Donald Trump llegó este jueves a Reino Unido en su primera visita como presidente y en medio de protestas.
Su visita ha generado movilizaciones sin precedentes en el país desde las manifestaciones masivas contra la guerra de Irak en 2003.
No en vano los principales actos, como el encuentro del mandatario con la primera ministra, Theresa May, y la reina Isabel II se realizarán fuera de Londres, para evitar en lo posible las numerosas protestas programadas en su contra.
En lugar de los emplazamientos habituales de Downing Street y el Palacio de Buckingham, en el centro de la capital británica, Trump se reunirá con May y la reina Isabel II en las residencias de Chequers y Windsor.